Tras la esquiada en los Montes Malditos, regresamos a ese espacio de armonía que es Casa Muria .
Desplegamos los mapas y vamos dando forma a la ascensión al Monte Perdido por la vía de Las Escaleras. Pretendemos hacer algún barranco si nos sobra tiempo. Al ojear la Guía de Bierge y Salamero, alguien pronuncia el nombre de Montrebei en alto y surge la idea de ir a recorrer este desfiladero como forma de estirar las piernas tras la ascensión de hoy.
Nos levantamos pronto , recorremos la corta distancia que separa Renanué de Puente de Montañana y poco después estamos en el parking en la ribera del embalse de Canelles. El desfiladero es un impresionante monumento natural tallado por el Noguera Ribargorzana , hoy en día represado en el embalse de Canelles.
La construcción del embalse ocasionó que se tallara el actual camino. Éste, recorre la parte más estrecha del desfiladero a media de altura de la pared que aloja la entalladura. La traza está equipada con un cable de seguridad de principio a final y sustituye el antiguo camino que circulaba por la ribera del río. Era una ruta antaño muy utilizada por leñadores y arrieros, que se dedicaban al aprovisionamiento de bloques de hielo a los pueblos más bajos del valle.
Unas fotos, que desde luego no muestran en su entera dimensión la grandiosidad del recorrido.
Se llega así al final del desfiladero ; el camino continua valle abajo y paralelo al río, pero decidimos darnos la vuelta por el mismo camino. La vista de la Pared de Aragón nos deja ensimismados unos minutos.
La vuelta por el mismo recorrido dista mucho de aburrir: aporta otra perspectiva, otros juegos de luces y sombras.
Neo fue el que mejor se lo pasó. No había forma de sacarlo del agua.
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