Elegimos algo que se ajuste a la visita relámpago que tendremos que hacer: debe ser alto, con poco porteo y que nos permita regresar a casita antes de la madrugada, si es posible....Con la Besurta cerrada y la nieve muy alta por la zona de Posets, esto se llama Castanesa o similar: el barranco Ubago suele retener nieve y la pista que entra por Ardonés suele dejar ya circular hasta bastante dentro del valle.
Dicho y hecho. Paquete al coche el viernes por la tarde....y con Empujando, al Pirineo !. Jorge y su meteo da bueno el sábado y malo el domingo (pronóstico que se cumplirá por n-ésima vez), pero no nos importa porque tenemos que estar en Madrid antes del mediodía.
Subimos Fernando, Sara y el que pica esta entrada. Recorremos la autovía sabiendo que el lugar que nos acogerá esta noche recoge la esencia del Pirineo, las imagenes que identificamos con estas montañas : su luz , los pueblos, esa transparencia del aire entre los bosques. Jose y Jenny nos dan hospitalidad en su casa, un hotel rural en Renanué, muy cerca de Castejón de Sos. Ellos han sabido condensar entre las paredes de Casa Muria la sensación de armonia que uno va buscando cuando llega a estos bosques , más patente aún cuando la noche va haciéndose un hueco entre las esculturas de Vicente García Planas y los bancales convertidos en pequeños jardines.
Tras la deliciosa cena, dormida corta y -como decimos en Empujando- entre "pronto" y "muy pronto", salimos para Ardonés. La pista se deja circular alrededor de un kilómetro.Porteo corto y enseguida , en la umbría, la pista se llena de nieve de repente y calzamos esquís. Al llegar al puente que cruza el barranco hay que meterse en el valle, primero por el margen izquierda del torrente, con unas vueltas maria en medio del bosque empinado y con la nieve bien dura. Enseguida hay que escoger: si seguimos remontando la ladera de ese margen, entraremos dirección Castanesa. Si cambiamos al otro margen , podemos subir por Roques Trencades, haciendo así una travesía interesante: subida por un valle, descenso por otro. Eso hacemos: vamos cogiendo altura , el sol nos comienza a dar de lleno al salir del fondo . Paisaje amplio y amable, con montañas de suaves laderas en primer plano y, más al fondo, los "grandes" de la zona.
La nieve comienza a transformar por minutos, asi es que aceleramos un poquito para poder hacer cumbre y esquiar en buenas condiciones. Primero vamos al Estiba Freda, cumbre a la que llegamos con esquís (Sara con su splitboard) y cuchillas.
Jose y Jenny saludan al respetable, con el Valliberna como telón de fondo
Todos nos ponemos a mirar a nuestro siguiente objetivo...A la derecha de la cumbre de Roques vemos una buena pala para esquiar....que nos va apeteciendo...
El calor que hace y la rapidísima transformación de la nieve nos hace mirar la pala que habíamos visto con más envidia que otra cosa.....y nos preparamos para esquiarla
Flechados para abajo......Que esquiada !. La primera parte de la pala no es fuerte, luego la mejor línea va por el centro , dejando unas rocas a la derecha. Sigue por amplias palas , poco inclinadas pero que dejan correr esquís y tabla.....Ni que decir tiene que no hacemos ni una foto, ni un video,...y si nos descuidamos ni nos saludamos. Al llegar a las cercanias de la cabecera del torrente hay que atravesar hacia la izquierda, porque luego esa media ladera tiene mal apaño y el descenso se corta por unas paredes que limitan el torrente, lo que obliga bien a poner pieles y remontar hacia el fin de la barrera, bien a meterse en el cauce del torrente, que con nieve abundante puede ser interesante, pero con la que hay ahora es directamente peligroso y se hunde con dos de pipas. Esto último es lo que hicimos nosotros...Digo meternos en el torrente, porque Sara cogió la pendiente con ganas: se gustaba, surfeaba, se encegaba en la pendiente y en las buenas (de momento) condiciones de la nieve ...y acabó en el fondo (en palabras textuales, en el pu.. fondo) , lo que hizo que al final nos quitaramos las tablas antes de lo previsto. Jose y Jenny, no: fueron más listos y se dejaron ir hacia la izquierda, lo que les proporcionó un "maravilloso" descenso por el bosquete del comienzo, con una increíble nieve-cemento "placentera" de esquiar , de esas que parece que les gustan las rodillas para comer, porque como te descuides........
Ya en la pista, foqueo-deslizamiento agradable hasta la tierra y a casita con una cervecilla y ensaladas de por medio.
Al día siguiente, ya lloviznando, Jose y Jenny nos dan envidia al despedirnos en la puerta de su precioso hogar : nosotros volvemos, ellos se quedan en compañía de la niebla , que ya envuelve la Selva Plana y el enigmático Turbón, la Montaña de las Brujas.
Horas despues, la Sierra Norte de Madrid . Estoy en casa.
