Mientras se despacha el cafecillo, dejamos el coche de recogida en Valverde de los Arroyos, ya que pensamos hacerlo en travesía.
Una vez en Majaelrayo (1185 m.) , comenzamos la ascensión con tiempo fresco y una bonita luz, resultado de un sol tamizado por el continuo paso de nubes bajas sobre nuestras cabezas. El camino parte de la entrada del pueblo, donde ya hay indicaciones de hecho. Llegar a la plaza donde se encuentra el ayuntamiento y por cualquiera de las calles que se dirigen dirección a la montaña, alcanzar unos alojamientos rurales y enseguida nos topamos con la senda que nos lleva a la montaña.
Tras cruzar el Arroyo de Molinos , la senda primero recorre una llanada: es el espacio entre el pueblo y la falda de las Peñas Bernardas. Éstas son el conjunto de pequeñas rocas , visibles desde abajo y situadas en una especie de hombro de la montaña cerca (aparentemente...) del collado Perdices, que da acceso al valle superior. Tras recorrer este espacio llano al que hago referencia, el camino comienza un decidido ascenso , dando revueltas amplias y de buena trazada (que incitan a pensar en bici) Se ven algunas marcas amarillas pintadas sobre la pizarra.
Alcanzamos por este precioso camino las Peñas de Los Santos, o Peñas Bernardas, a 1623 m de altura. Solo queda superar el último repecho para alcanzar el collado. Atención porque varios atajos eliminan revueltas....aunque seguirlos sea más costoso y la senda por la que se circula esté más vestida de vegetación.
La última cuesta deja en el collado y el paisaje se abre en una especie de plató, tamizado de vegetación y pedreras de rota pizarra. Es la vertiente que vuelca hacia Valverde. El collado se ve al fondo de esta foto:
Ahora se trata de tomar cualquiera de las cuatro alternativas posibles, a saber: a) tomar la cresta, que por terreno abrupto pero sin poner apenas las manos, nos llevará hasta el Ocenjocillo primero y luego, más limpia, hasta la cumbre; otra posible: tomar las trazas paralelas a la cresta en su vertiente Majaelrayo o Valverde y siempre a escasos metros de la loma de separación; o, también, tomar una diagonal ascendente que , separándose de la cresta, busca el origen de esta especie de cubeta glaciar en un collado a escasos metros de la cima; o , finalmente, atravesar el vallejo hasta su eje central, confluyendo así con el camino claro y evidente que sube desde Valverde. Como no podía ser de otra forma, en Empujando nos decidimos por ....todas. Un@s se fueron por una lado, otr@s por el contrario y el resto por ninguno de los dos.
Pero no pasa nada: en poco tiempo estamos en la cumbre; día fresco, cambiante , vistas merecedoras del esfuerzo.
que cuando llega al final de la cubeta busca la forma de evitar (por la izda. en sentido bajada) el gran escalón por el que se despeñan las Chorreras de Despeñalagua : 100 metros de salto en tres episodios con poza colgada incluída. Anotamos para bajarlas barranqueando. Veanse, ellas, sin más:
La chorrera no estaba en sus mejores momentos, dada la ausencia de nieve en la montaña, pero el rincón es bello y un tanto especial, dado el tipo de piedra y el ambiente que envuelve la zona, bastante salvaje .
Solo hay que seguir el camino para atravesar la era (campo de fútbol de fortuna) y llegar a Valverde, que va para gustos pero me resulta un pelín más atractivo que Majaelrayo, tal vez sea por su menor fama mediática
No podía ser de otra forma: despedimos el día dando buena cuenta de chorizos , morcillas , queso y otras ricas viandas (que decía Labordeta en "Un país en la mochila") de la zona, entre nuevos planes y, por supuesto, críticas ponzoñosas a l@s que faltaron...jejeje.
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