En remojo, que nos estamos poniendo duros: Gorgas de San Julián, 20 de Marzo.

Pues eso: que después de sacar a pasear los juguetes de fríoel día anterior  , ahora toca el patito de goma y las colchonetas de playa. Estamos en el Golf de Guara, una urba cerca de Nueno, con todo esparramado en el parking de las Gorgas de San Julián. Sol radiante, calorcillo (sin pasarse) y ganas de meterle a este barranquete que yo hacía unos quince años que no descendía y que Antuan conocía por las reseñas de la "biblia" de Salamero. Total: que comenzamos la aproximación, que por lo que veo sigue teniendo algún sitio poco claro entre tanto espino, con la senda un tanto desdibujada hasta que llegas a la cresta que sirve como labio del barranco.

El borde del barranco esta vestido con carrascas y enseña unas vistas muy panorámicas de la Hoya de Huesca. Tras recorrerlo casi hasta su final  encontramos un mojon en una pendiente inclinada , que descendemos con cuidado, llegando  así al lecho ( desde la cresta  es un poco sucio,  la  pedrera es  suelta y hay que procurar no tirar nada abajo). Neoprenos, arneses ...y  hala: a correr que tenemos hambre . La cosa empieza con los típicos destrepes y pronto se llega a los rápeles, unos 12 más o menos, máximo 20m. Son , tal y como recordaba, unos rápeles estrechos y de salida no límpia, pero el ambiente es bueno

y llegamos pronto al punto más espectacular del barranco: un pasillo estrecho con un bloque atascado entre las paredes que cierran el barranco. Es una foto que se repite en las guías que reseñan este descenso, os sonará un poco.

Tras el pasillo, otra serie de rápeles sin descanso, es un descenso deportivo pero nunca exigente  .

En estre tramo está el rápel mas largo, un tanto estrecho aunque sin llegar a las angustías de otros que se suelen dar  en esta roca de conglomerado, como  Palomeras del Fornocal o Lumos.

Y el descenso sigue en la misma tónica hasta llegar a la sala final, lugar donde recordaba que en el primer descenso que hice de este barranco encontré un belén. Allí seguía , un poco deteriorado por el paso de los años.... que no perdonan a nadie , ni siquiera al TST de Empujando...Sniff!!.

Acaba el espectáculo. Vuelta al parqueadero nomás  por un agradable camino, que en unos 20 minutos desde la sala nos deja en la furgo...y de paso ,  como consecuencia inevitable, en las cervecillas , los bocadillos de tortilla , la autovía siempre triste del regreso y la Sierra Norte de Madrid, campo base avanzado de Empujando.....

Los patitos de goma respiran aliviados: otro mes más sin salir hubiera sido insoportable para ellos.....